
Como deshacerse de un pastor
Un líder cristiano contó la historia de los miembros de una iglesia que fueron a pedir consejo. Querían saber cómo podían deshacerse de su pastor. El hombre, percibiendo que no estaban siendo justos, les hizo las siguientes sugerencias:
1.- Miren a su pastor directamente a los ojos cuando esté predicando y digan «¡amén!» de vez en cuando. Se matará predicando.
2.- Con palmaditas en la espalda díganle que sus argumentos fueron buenos. Se matará trabajando.
3.- Dediquen de nuevo sus vidas a Cristo y pídanle a su pastor que les dé algo que hacer. Se morirá de un ataque al corazón.
4.- Reúnan a la congregación para orar por él. Pronto se convertirá en un pastor tan eficaz que una iglesia más grande se los arrebatará de las manos.
Si tu pastor predica la Palabra de Dios fielmente y trata de vivir una vida ejemplar, haz todo lo que puedas para apoyarle y estimularle.
Por supuesto, ningún pastor es perfecto, y a veces habrá que reprenderle con amor (1 Timoteo 5:20). Pero un pastor tiene una gran responsabilidad (Hebreos 13:17), y una persona de Dios fiel es digna de amor y respeto y de un generoso apoyo económico (1 Timoteo 3:1; 5:17, 18).
A propósito, ¿cuándo fue la última vez que le dijiste a tu pastor: «Doy gracias a Dios por usted y por todo lo que ha hecho por mí?» --Richard De Haan
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